La historia del whisky comienza el 5 de octubre de 1740, fecha del nacimiento de John Jameson dentro de una familia reconocida con el lema 'Sine Metu' por su valentía en las batallas en alta mar contra los piratas durante el siglo XVI. El secreto de la suavidad de Jameson es el tiempo. Se produce con agua de alta pureza en combinación con cebada malteada y sin maltear, destilada 3 veces en alambiques tradicionales de cobre y madurada en barricas de roble, garantizando su suave sabor y absoluta pureza. Después de la destilación, los 2 tipos de bebidas espirituosas se reducen a entre 60 y 70 % de alcohol por volumen con agua pura y se colocan en los barriles. Se utilizan tres tipos diferentes de barricas: botas de jerez, barricas de bourbon y pipas de oporto, todas las cuales son mantenidas por el tonelero. Las barricas se almacenan en su enorme, oscuro y aromático almacén en Midleton, donde reposan y maduran durante los próximos años. En un año, cada barril pierde aproximadamente el 2% de su volumen por evaporación. Esto se conoce como la parte de los ángeles.

La historia del whisky comienza el 5 de octubre de 1740, fecha del nacimiento de John Jameson dentro de una familia reconocida con el lema 'Sine Metu' por su valentía en las batallas en alta mar contra los piratas durante el siglo XVI.

El secreto de la suavidad de Jameson es el tiempo. Se produce con agua de alta pureza en combinación con cebada malteada y sin maltear, destilada 3 veces en alambiques tradicionales de cobre y madurada en barricas de roble, garantizando su suave sabor y absoluta pureza.

Después de la destilación, los 2 tipos de bebidas espirituosas se reducen a entre 60 y 70 % de alcohol por volumen con agua pura y se colocan en los barriles. Se utilizan tres tipos diferentes de barricas: botas de jerez, barricas de bourbon y pipas de oporto, todas las cuales son mantenidas por el tonelero. Las barricas se almacenan en su enorme, oscuro y aromático almacén en Midleton, donde reposan y maduran durante los próximos años. En un año, cada barril pierde aproximadamente el 2% de su volumen por evaporación. Esto se conoce como la parte de los ángeles.