Viñas del Vero cultiva pagos de Chardonnay en diversas localizaciones dentro del Somontano, buscando la diferente expresión de esta variedad en función de la altitud, orientación y tipo de suelo. Cada año, para elaborar este vino, buscamos la óptima maduración del viñedo y por ello, hemos seleccionado Lantarrón y Pueyed, dos excepcionales pagos muy diferentes entre sí, tanto por su suelo, como por la labor realizada cada año en la planta. Elaborado 100% con uvas de Chardonnay de estos dos pagos seleccionados, donde obtuvimos concentrados mostos vendimiados con una diferencia en el tiempo de seis días. Ambos, fueron introducidos en ''pièces bourguignones'' nuevas de 228 litros, de cinco tipos de tostados diferentes para la fermentación, con la finalidad de obtener la elegancia y complejidad de un vino de estas características. Tras la fermentación, reposó con sus lías durante seis meses en la barrica. Durante este periodo, se realizó un minucioso trabajo de batonnage que confirió al vino una excelente untuosidad. Posteriormente, fue filtrado y embotellado. De color amarillo e irisaciones verdosas, aromas cítricos y de fruta tropical madura, presenta un agradable bouquet en equilibrio con los tonos tostados de la madera nueva. En la boca es suave y sedoso, con un paso muy sabroso, largo, intenso y con una interesante acidez característica de nuestra latitud norte.

Viñas del Vero cultiva pagos de Chardonnay en diversas localizaciones dentro del Somontano, buscando la diferente expresión de esta variedad en función de la altitud, orientación y tipo de suelo. Cada año, para elaborar este vino, buscamos la óptima maduración del viñedo y por ello, hemos seleccionado Lantarrón y Pueyed, dos excepcionales pagos muy diferentes entre sí, tanto por su suelo, como por la labor realizada cada año en la planta.

Elaborado 100% con uvas de Chardonnay de estos dos pagos seleccionados, donde obtuvimos concentrados mostos vendimiados con una diferencia en el tiempo de seis días. Ambos, fueron introducidos en ''pièces bourguignones'' nuevas de 228 litros, de cinco tipos de tostados diferentes para la fermentación, con la finalidad de obtener la elegancia y complejidad de un vino de estas características. Tras la fermentación, reposó con sus lías durante seis meses en la barrica. Durante este periodo, se realizó un minucioso trabajo de batonnage que confirió al vino una excelente untuosidad. Posteriormente, fue filtrado y embotellado.

De color amarillo e irisaciones verdosas, aromas cítricos y de fruta tropical madura, presenta un agradable bouquet en equilibrio con los tonos tostados de la madera nueva. En la boca es suave y sedoso, con un paso muy sabroso, largo, intenso y con una interesante acidez característica de nuestra latitud norte.