Algunas antiguas parcelas de garnacha sur sable tienen viñas prefiloxéricas. Los años en 9 marcan regularmente la memoria de los viticultores y éste no parece apartarse de la regla. Después de una brotación temprana a principios de abril, la floración fue gradual y se desarrolló en buenas condiciones en todos los viñedos. A partir de finales de junio comenzó un verano abrasador, al que las vides resistieron valientemente: sufrieron poco el estrés hídrico, en particular gracias a los tés de manzanilla rociados sobre la vegetación para hacer frente al calor. Finalmente, la vendimia se desarrolló como de costumbre, sin especial precocidad. Los vinos prometen estar llenos de promesas para una añada en 9 nacida, una vez más, bajo una buena estrella. Hermoso color rubí límpido. La nariz delicada de este vino es típica de Gigondas con aromas a pimienta, regaliz y violeta. En boca ofrece una textura sedosa, taninos muy suaves y delicados y soberbias notas de pequeños frutos negros.

Algunas antiguas parcelas de garnacha sur sable tienen viñas prefiloxéricas. Los años en 9 marcan regularmente la memoria de los viticultores y éste no parece apartarse de la regla.

Después de una brotación temprana a principios de abril, la floración fue gradual y se desarrolló en buenas condiciones en todos los viñedos.

A partir de finales de junio comenzó un verano abrasador, al que las vides resistieron valientemente: sufrieron poco el estrés hídrico, en particular gracias a los tés de manzanilla rociados sobre la vegetación para hacer frente al calor.

Finalmente, la vendimia se desarrolló como de costumbre, sin especial precocidad. Los vinos prometen estar llenos de promesas para una añada en 9 nacida, una vez más, bajo una buena estrella.

Hermoso color rubí límpido. La nariz delicada de este vino es típica de Gigondas con aromas a pimienta, regaliz y violeta.

En boca ofrece una textura sedosa, taninos muy suaves y delicados y soberbias notas de pequeños frutos negros.