Descripción
Este whisky es un producto a modo de conmemoración, ya que con él se busca celebrar todo lo obtenido por los Johnston, al mantener la gestión de la destilería Laphroaig, un trabajo que se ha hecho perfectamente. Esta bebida en concreto pertenece al tercer lanzamiento de Ian Hunter, la nueva serie de la marca.
Entre las características más importantes están sus 33 años de añejamiento, cuyo sabor y aroma es acompañado por el regaliz. Durante el proceso, el whisky fue añejado en barricas de Bourbon, una característica digna de la destilería.
Los sabores y aromas de esta presentación son para destacar. Puede ser un whisky algo dulce, pero muy refrescante con los melocotones, albaricoques y peras como frutas principales. Seguido de ello, se presentan la nuez moscada, pétalos de rosa y un toque de miel para concluir con la composición.
Este whisky es un producto a modo de conmemoración, ya que con él se busca celebrar todo lo obtenido por los Johnston, al mantener la gestión de la destilería Laphroaig, un trabajo que se ha hecho perfectamente. Esta bebida en concreto pertenece al tercer lanzamiento de Ian Hunter, la nueva serie de la marca.
Entre las características más importantes están sus 33 años de añejamiento, cuyo sabor y aroma es acompañado por el regaliz. Durante el proceso, el whisky fue añejado en barricas de Bourbon, una característica digna de la destilería.
Los sabores y aromas de esta presentación son para destacar. Puede ser un whisky algo dulce, pero muy refrescante con los melocotones, albaricoques y peras como frutas principales. Seguido de ello, se presentan la nuez moscada, pétalos de rosa y un toque de miel para concluir con la composición.
La Destilería
Laphroaig Distillery
En el otro extremo del mapa de whisky escocés, se supone que el arte de la destilación fue llevado primero a Islay por monjes irlandeses. Al ser remoto, es un arte que floreció en manos de los isleños, cuyas operaciones ilegales probaron la determinación y los medios del hombre de impuestos.
Laphroaig Distillery
En el otro extremo del mapa de whisky escocés, se supone que el arte de la destilación fue llevado primero a Islay por monjes irlandeses. Al ser remoto, es un arte que floreció en manos de los isleños, cuyas operaciones ilegales probaron la determinación y los medios del hombre de impuestos.
Ficha técnica
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