Descripción
Este Perrin Côtes du Rhone Reserve Rouge es un vino que muestra el estilo clásico de la región. Es afrutado y carnoso, con hermosos taninos, es un gran vino de los que puede tomarse cualquier día, pese a estar elaborado casi exclusivamente con uvas de dos grandes viñedos Grand Prébois (para la garnacha) y Vinsobres (para el Syrah). El viñedo de Prébois tiene suelos calizos arcillosos cubiertos de piedras, mientras que, en Vinsobres, las terrazas son ricas en cuarzo y margas calizas.
Vino de color bastante profundo, cuya nariz ofrece una hermosa complejidad aromática, marcada por la fruta roja de la garnacha y por un toque de grosella negra traída por la syrah madura; un fino recuerdo a madera de sándalo nos habla de su crianza. En boca muestra complejidad, con taninos aún presentes, pero con delicadeza, elegancia, y una hermosa agilidad.
Los años en 9 marcan regularmente la memoria de los viticultores y éste no parece apartarse de la regla.
Después de una brotación temprana a principios de abril, la floración fue gradual y se desarrolló en buenas condiciones en todos los viñedos.
A partir de finales de junio comenzó un verano abrasador, al que las vides resistieron valientemente: sufrieron poco el estrés hídrico, en particular gracias a los tés de manzanilla rociados sobre la vegetación para hacer frente al calor.
Finalmente, la vendimia se desarrolló como de costumbre, sin especial precocidad.
Los vinos prometen estar llenos de promesas para una añada en 9 nacida, una vez más, bajo una buena estrella.
Este Perrin Côtes du Rhone Reserve Rouge es un vino que muestra el estilo clásico de la región. Es afrutado y carnoso, con hermosos taninos, es un gran vino de los que puede tomarse cualquier día, pese a estar elaborado casi exclusivamente con uvas de dos grandes viñedos Grand Prébois (para la garnacha) y Vinsobres (para el Syrah). El viñedo de Prébois tiene suelos calizos arcillosos cubiertos de piedras, mientras que, en Vinsobres, las terrazas son ricas en cuarzo y margas calizas.
Vino de color bastante profundo, cuya nariz ofrece una hermosa complejidad aromática, marcada por la fruta roja de la garnacha y por un toque de grosella negra traída por la syrah madura; un fino recuerdo a madera de sándalo nos habla de su crianza. En boca muestra complejidad, con taninos aún presentes, pero con delicadeza, elegancia, y una hermosa agilidad.
Los años en 9 marcan regularmente la memoria de los viticultores y éste no parece apartarse de la regla.
Después de una brotación temprana a principios de abril, la floración fue gradual y se desarrolló en buenas condiciones en todos los viñedos.
A partir de finales de junio comenzó un verano abrasador, al que las vides resistieron valientemente: sufrieron poco el estrés hídrico, en particular gracias a los tés de manzanilla rociados sobre la vegetación para hacer frente al calor.
Finalmente, la vendimia se desarrolló como de costumbre, sin especial precocidad.
Los vinos prometen estar llenos de promesas para una añada en 9 nacida, una vez más, bajo una buena estrella.
Famille Perrin
Ficha técnica
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