Château de Beaucastel, Roussanne Vieilles Vignes es considerado como uno de los mejores vinos blancos de Francia, produciéndose sólo 6.000 botellas de este vino. Se elabora con un 100% de viñas muy viejas de Roussanne y se cosecha ligeramente sobremadurada. Este vino excepcional debe beberse en un plazo de 3 años o después de 15 años. El basamento está formado por melazas marinas del Mioceno recubiertas por un diluvium alpino (guijarros laminados). Vendimia manual, selección de la vendimia, recogida en cajas, prensado neumático, desfangado, fermentación (30% en piezas, 70% en depósitos). Crianza de 8 meses (30% en barrica, 70% en tinas). Embotellado a los ocho meses.Una elegante túnica de color amarillo pálido. Su nariz de gran finura revela notas opulentas de melocotón blanco, mermelada de membrillo, madreselva y jengibre confitado realzadas con una ralladura de pomelo. Particularmente amplio, potente y complejo en boca, ofrece un agradable ataque mineral antes de evolucionar a una exuberante redondez con magníficos aromas de mango, albaricoque y cera de abeja. Finalmente continúa con un largo final realzado por un delicado amargor.Este gran vino acompañará de maravilla a grandes platos: solomillo de ternera, pichón con níscalos o incluso riñones de ternera a la nata.

Château de Beaucastel, Roussanne Vieilles Vignes es considerado como uno de los mejores vinos blancos de Francia, produciéndose sólo 6.000 botellas de este vino. Se elabora con un 100% de viñas muy viejas de Roussanne y se cosecha ligeramente sobremadurada. Este vino excepcional debe beberse en un plazo de 3 años o después de 15 años.

El basamento está formado por melazas marinas del Mioceno recubiertas por un diluvium alpino (guijarros laminados).

Vendimia manual, selección de la vendimia, recogida en cajas, prensado neumático, desfangado, fermentación (30% en piezas, 70% en depósitos). Crianza de 8 meses (30% en barrica, 70% en tinas).

Embotellado a los ocho meses.Una elegante túnica de color amarillo pálido.

Su nariz de gran finura revela notas opulentas de melocotón blanco, mermelada de membrillo, madreselva y jengibre confitado realzadas con una ralladura de pomelo.

Particularmente amplio, potente y complejo en boca, ofrece un agradable ataque mineral antes de evolucionar a una exuberante redondez con magníficos aromas de mango, albaricoque y cera de abeja.

Finalmente continúa con un largo final realzado por un delicado amargor.Este gran vino acompañará de maravilla a grandes platos: solomillo de ternera, pichón con níscalos o incluso riñones de ternera a la nata.