Descripción
Una de las ginebras más premiada del mundo en estos últimos diez años y que sigue manteniendo ese sabor clásico tan característico que la hace única.
Martin Miller’s es una ginebra de sabor clásico que ninguna otra ginebra ha podido superar, su proceso de elaboración se basa en dos destilaciones diferentes por medio de alambiques, que gracias a ellas se obtiene ese equilibrio único entre el enebro y los cítricos. El punto final que hace única a esta ginebra es la combinación del destilado final con el agua del manantial de Islandia.
Una combinación perfecta de aromas y sabores que hacen que esta ginebra no tenga competencia alguna.
Una de las ginebras más premiada del mundo en estos últimos diez años y que sigue manteniendo ese sabor clásico tan característico que la hace única.
Martin Miller’s es una ginebra de sabor clásico que ninguna otra ginebra ha podido superar, su proceso de elaboración se basa en dos destilaciones diferentes por medio de alambiques, que gracias a ellas se obtiene ese equilibrio único entre el enebro y los cítricos. El punto final que hace única a esta ginebra es la combinación del destilado final con el agua del manantial de Islandia.
Una combinación perfecta de aromas y sabores que hacen que esta ginebra no tenga competencia alguna.
La Destilería
Martin Miller's
Martin Miller's es una ginebra y, sin la ese apostrofada que denota posesión en inglés, el nombre de su creador. La historia de esta bebida, relatan, es la historia de tres hombres, un bar y un mal gin-tonic. Era verano, corría el año 1998 y tres amigos, entre los que se encontraba el mismísimo Martin Miller, admiraban en un sosegado pub de Nothing Hill otros tantos gin-tonics de cuestionable apetencia. El susodicho, en el momento en el que se cansó de admirar aquel engendro coctelero, dijo a sus acompañantes: «¿Sabéis lo que voy a hacer?». «No», respondieron estos. «Voy a fabricar mi propia ginebra».
Martin Miller's
Martin Miller's es una ginebra y, sin la ese apostrofada que denota posesión en inglés, el nombre de su creador. La historia de esta bebida, relatan, es la historia de tres hombres, un bar y un mal gin-tonic. Era verano, corría el año 1998 y tres amigos, entre los que se encontraba el mismísimo Martin Miller, admiraban en un sosegado pub de Nothing Hill otros tantos gin-tonics de cuestionable apetencia. El susodicho, en el momento en el que se cansó de admirar aquel engendro coctelero, dijo a sus acompañantes: «¿Sabéis lo que voy a hacer?». «No», respondieron estos. «Voy a fabricar mi propia ginebra».
Ficha técnica
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