Descripción
Este hermoso tequila blanco está hecho de agaves envejecidos durante al menos 9 años.
Se cuecen a fuego lento en hornos tradicionales y se destilan antes de una triple filtración.
Clase Azul Plata está empaquetado en decantadores únicos hechos a mano creados por artesanos y artesanos locales.
El tiempo es fundamental en la elaboración de tequilas con perfiles más complejos.
Para crearlos, tequila clase azul sin añejar se deja madurar en toneles de roble u otro tipo de madera, estudiando y evaluando su evolución a lo largo de meses y años.
Este hermoso tequila blanco está hecho de agaves envejecidos durante al menos 9 años.
Se cuecen a fuego lento en hornos tradicionales y se destilan antes de una triple filtración.
Clase Azul Plata está empaquetado en decantadores únicos hechos a mano creados por artesanos y artesanos locales.
El tiempo es fundamental en la elaboración de tequilas con perfiles más complejos.
Para crearlos, tequila clase azul sin añejar se deja madurar en toneles de roble u otro tipo de madera, estudiando y evaluando su evolución a lo largo de meses y años.
La Destilería
Clase Azul
Los agaves de Clase Azul crecen en Los Altos de Jalisco, una región de tierra rojiza donde la elevación, minerales y condiciones climáticas brindan al agave propiedades únicas.
Para obtener tequila, el agave atraviesa una larga transformación:
Durante la jima se remueven las hojas de la planta para revelar el corazón, conocido como piña. Las piñas se cuecen en hornos de mampostería y se muelen para extraer los azúcares que resultan de la cocción.
La fermentación con nuestra levadura patentada le infunde al elíxir nuestro característico perfil, mientras que sus notas se moldean a lo largo de una doble destilación en alambiques hechos con cobre. Este dedicado esfuerzo resulta en un exquisito tequila.
Clase Azul
Los agaves de Clase Azul crecen en Los Altos de Jalisco, una región de tierra rojiza donde la elevación, minerales y condiciones climáticas brindan al agave propiedades únicas.
Para obtener tequila, el agave atraviesa una larga transformación:
Durante la jima se remueven las hojas de la planta para revelar el corazón, conocido como piña. Las piñas se cuecen en hornos de mampostería y se muelen para extraer los azúcares que resultan de la cocción.
La fermentación con nuestra levadura patentada le infunde al elíxir nuestro característico perfil, mientras que sus notas se moldean a lo largo de una doble destilación en alambiques hechos con cobre. Este dedicado esfuerzo resulta en un exquisito tequila.
Ficha técnica
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